¿Cómo cambia el cuerpo con el patinaje?

Transformación sobre ruedas: tu cuerpo y el patinaje

¿Alguna vez te has puesto unos patines y has sentido esa mezcla de emoción y terror al mismo tiempo? Bueno, además de brindarte esa sensación de libertad (y hacerte sentir como un superhéroe que desafía el asfalto), el patinaje es un verdadero transformador corporal. Vamos a hablar de cómo ese par de botas con ruedas puede cambiar tu cuerpo.

Piernas de acero

A decir verdad, el patinaje es un amante exigente para tus piernas. Pero oye, nadie dijo que sería fácil conseguir esos muslos y gemelos de roca. Mira cómo:

• Aumento de la musculatura: los músculos se hacen más fuertes y tonificados
• Mejor coordinación y equilibrio: que no solo es útil para no caerte en la pista, sino para todo en la vida.
• Flexibilidad: podrás hacer movimientos que antes eran solo para contorsionistas o tu imaginación

Adiós, estrés

Y aquí no acabamos, patinar es como decirle adiós al estrés y recibir un bombardeo de endorfinas, esas hormonas de la felicidad que te hacen sentir que todo está bien en el mundo (incluso si acabas de aterrizar de nalgas en el suelo). Aquí tienes el efecto chill-out en listita, para que no te estreses:

• Reduce los niveles de cortisol (hormona de estrés)
• Aumenta la producción de endorfinas
• Mejora la salud mental, y eso se refleja en todo tu ser

El corazón contento

¡Tachán! Si pensabas que el patinaje era solo cosa de piernas, te equivocas. Tu corazón se beneficia más de lo que cree. Por eso, cuando te pones los patos, estás regalando a tu ticker un entrenamiento de primera. Observa:

• Mejora cardiovascular: tu corazón bombea como un campeón
• Endurance: sí, esa palabra chula que significa que no te cansarás tan pronto al subir escaleras
• Reducción de factores de riesgo de enfermedades coronarias

La cintura y esa gracia natural

¡Demonios! Si lo sabremos bien, patinar quema calorías como si fuera una hoguera en pleno San Juan. Pero tranquilos, no vamos a incendiar nada, solo nuestras reservas de grasa. Esto se traduce en una cintura más definida y ¡zas!, esa gracia al moverte que ni los bailarines de ballet (bueno, quizás exageré un poquito).

Quemando rueda, quemando calorías

Sin duda, una de las razones para subirse a esos maravillosos zapatos con ruedas es que quemas calorías sin darte cuenta, mientras intentas no chocarte con nada ni nadie (o intentando hacer alguna pirueta si ya eres un pro). Mira estos números:

Como si necesitaras más razones...

¿Ves? El patinaje es esa actividad disfrazada de diversión que en realidad es un entrenamiento completo. Refuerzas tus piernas, cuidas tu corazón, quemas calorías y bailas con el estrés hasta que se cansa y se va. Y a todo esto, mejoras tu coordinación, agilidad y reflejos (que nunca están de más a la hora de esquivar los obstáculos de la vida).