¿Listo para patinar? Vamos a ver esos músculos en acción
Si creías que patinar era solo cuestión de ponerte unos patines y lanzarte a la aventura, te tengo noticias: estás ejercitando un montón de músculos sin darte cuenta. ¡Sí, amigo mío, patinar es un ejercicio bastante completo! Pero, ¿te has preguntado alguna vez qué partes del cuerpo estás trabajando realmente? ¡Vamos a descubrirlo!
Las piernas: las protagonistas del patinaje
Las piernas son sin duda las grandes estrellas del patinaje. Mira todo lo que trabajas con un simple desliz:
- Cuádriceps: Estos músculos frontales del muslo te dan la fuerza necesaria para impulsarte.
- Isquiotibiales: Ubicados en la parte posterior del muslo, ayudan a controlar tus movimientos al patinar.
- Pantorrillas: No solo se lucen en short, también te dan el empuje para más velocidad.
- Glúteos: Mantener el equilibrio es su trabajo principal, y vaya que lo hacen bien.
Y no olvides los tobillos
Moverse sobre ruedas también significa mantener los tobillos firmes y flexibles. ¡Un buen tobillo vale por dos!
Tu torso también entra al juego
Es posible que no lo notes, pero al patinar estás utilizando un montón de músculos de la parte superior de tu cuerpo:
Core - El centro de poder
Aunque no estés haciendo abdominales, el patinar pone a trabajar tu core o centro de estabilidad. Aquí entra en juego:
- Abdominales: Claves para mantener el equilibrio y la postura.
- Espalda: Sí, tu espalda baja también se fortalece al evitar que te vayas de boca.
Brazos y hombros: más que simples acompañantes
Aunque no son los protagonistas, brazos y hombros también tienen su cuota de trabajo. Sirven para:
- Mantener el equilibrio: No subestimes el poder de unos brazos fuertes para evitar caídas.
- Dirección: Acompañan los movimientos y ayudan a dirigir el patín.
Conectando con tu patinador interior
Además de ser un entrenamiento para múltiples grupos musculares, patinar conecta tu cuerpo con tu mente. Aquí no hay tabla ni viñeta que valga, porque lo importante es sentir cada movimiento y disfrutar. La concentración y la coordinación son claves a la hora de patinar sin besos al piso.
La siguiente vez que te lances a patinar...
Recuerda que no solo estás dándote un gustito y sintiendo el viento en la cara (con el casco puesto, espero). Estás dando una sesión de ejercicio completa a tus piernas, core, brazos y más. Así que la próxima vez, da las gracias a cada músculo que te aguanta en pie, ¡y a disfrutar!
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